Kullawada

La danza de Kullawa es una de las principales expresiones coreográficas aymarás representa a las antiguas hilanderas y tejedores aymarás, cuyas actividades están centradas en los textiles.

Origen

El nombre surge entre los pobladores del altiplano, preferentemente aquellos asentados cerca de las zonas lacustres, los textiles tenían gran importancia en las relaciones sociales y de reciprocidad de los pueblos pre - hispánicos especialmente de los kollas. El origen de esta danza se vincula por la actitud de bailar y tejer aprovechando la lana de los auquénidos y ovinos (ovejas); labor practicado por hombres y mujeres.

Luis Soria Lenz, en cuanto al significado de esta danza hace un relato mítico del “Ayllu Kyllawa”, desterrando como castigo impuesto por el “Mallku Inti Willka” (1942); este se debe, especialmente a las características del traje que utilizaban.

Se dice también que Kullawa, viene de la palabra Kullaca que significa hermana, ilusión del amor Aymara.

Vestimenta

La vestimenta consiste en: El traje bordado sobre astracán rojo o azul, es tieso. Sobre todo chaqueta o chaleco, sin mangas, en cuello terminado en solapas grandes y muy decoradas, se arma sobre dos piezas de cartón amoldadas al cuerpo, el pantalón en forma de buzo con una faja de monedas de plata, con menos adornos, guantes de lana, rueca (kh'ara) con bordados en pedrería, con flequillos de perlas de fantasía tanto para hombres como mujeres.

En cuanto a las mujeres estas visten polleras de más encendido rojo, amarillo, verde y demás colores, llevan un bordado (pechera) sobre la blusa y en los hombros una pequeña manta (lliclla) adornada y bordada de la misma manera que de los ponchillos, de la cintura cuelgan bolsas adornadas con platería, finalmente antifaz, pendientes y anillos en todos los dedos, en algunos casos, el rostro de las mujeres era cubierto con un pequeño velo y estas se ponían collares y llevaban pequeñas ruecas.

Danza

La Kullawa o Kullawada, era una danza que bailaban sólo los grandes del Imperio del Kollasuyo. El acto representaba el vestuario de los humanos. Tiene como símbolo el “Kapu” (rueca) que tiene adornos y los bailarines llevan en su mano.

Dos personajes acompañan al grupo de bailarines el Waphuro, quien representa al maestro y guía de los hilanderos con una rueca más grande que el resto de los danzarines, a fin de señalar a sus dependientes algunas figuras coreográficas y otras indicaciones, y la Awila, personaje jocoso, quien cargada de una muñeca de trapo, baila dando giros constantes (hombre vestido de mujer), todo esto se produce dando vueltas y más vueltas al compás de un huayño.

La danza la componen parejas de hombres y mujeres formada de dos filas centrales de mujeres, custodiadas por danzarines varones.

Se danza al compás de la comparsa, guiada por hombres y mujeres, se mece el cuerpo según la necesidad adoptando nuevas formas identificándose con la corriente actual del modernismo, considerado que antes de la llegada de Colon, los Kullawas lucían el esplendor de la riqueza del Ayllu, el símbolo de la dualidad andina hombre mujer.

A fines de 1970, la Kullawa casi desapareció en la ciudad de La Paz, debido a la influencia de la nueva ola, reflejada en la moda; cabello largo, pantalón de botapie ancho y la música tomado en la Kullawa como la portadora de una nueva forma de sincretismo cultural, produciéndose cambios en la ropa, la música y el baile pero como toda la cultura aymara, continuaba viva en las comunidades y hoy vuelve a los grandes centros de la riqueza cultural del Gran Poder - Oruro- y entrada universitaria.

En lo que representa a la música de la Kullawa antigua se caracteriza por su cadencia sostenida y rápida, en tanto que la danza es más lenta. En cambio la moderna, la música es más pesada y con un cambio de ritmo en los estribillos.

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Esta danza al parecer tiene sus orígenes en la corrida de toros, que se convierte en una forma de mostrar el poder del hombre, en este caso del español, el cual derrota a la fuerza bruta representada por el toro.

Este hecho ha debido impactar fuertemente en el nativo, de ahí cuando vieron los aymarás a las vacas, lo primero que hicieron fue representarlas en una danza satirizada llamada Waca Waca en español (vaquería).

Los Tobas, es una danza de tipo oriental parte de muestra cultura autóctona, que simboliza a quienes viven en el bosque milenario, el inmenso llano y el enigmático chaco. Hombres y mujeres de elástico andar, demuestran su belleza y fortaleza con su ritmo contagiante a través de sus saltos acrobáticos y una coreografía singular que representa las tribus selvícolas del sudeste y oriente boliviano.

Origen

El hombre andino reconoce la bondad de la pachamama, que guarda en su seno a sus hijos (muerte), y con su fatalidad productiva reproduce la historia colectiva de los Ayllus.

La Tarqueada es uno de los vehículos de expresión de las creencias e ideales de los pueblos aimaras de Bolivia. Esta fiesta gira en torno al acto profano en la Machaka Chojke (chajlla de la papa nueva) es en la Anata (Diversión), que es practicada desde la navidad hasta carnaval, tiene un significado ritual de súplica, en que sus melodías la recibe de la naturaleza, para pedir clemencia, de la misma naturaleza, para la llegada de la lluvia, o cualquier otro fenómeno climático que afecten a las cementeras.

Los Suri Sikuris aglutina a los más genuinos exponentes de la música pentatónica, simbolizan al cadencioso movimiento del avestruz o ñandú en celo y a los ejecutores de los “Sikus” (Instrumento nativo como zampona) se trata de una danza que bailaban los que se preparaban para salir a cazar ñandúes. Llevando los hombres como parte principal de su indumentaria un sobrero que está adornado con largas plumas de avestruz, que van amarradas a una cañas finas de más o menos de 60 centímetros, motiva una atención al público.

La Saya constituye una de las máximas expresiones folklóricas de los negros de Chicaloma, ya que través de la danza y la música, los negros recuerdan su origen, que los liga al África, lugar de origen de sus antepasados.

Las poblaciones de Coroico, Mururata, Chicaloma, Calacala, coscoma, Irupana son ahora enclaves de producción cultural afroyungueño. La saya es una expresión musical y coreográfica que se caracteriza por presentar elementos africanos. Sin embargo en Bolivia, La Saya es practicada por todas las poblaciones negras dispersas en los Yungas.

El chapaco es, en su generalidad, el tipo etnológico más homogéneo que actualmente habita en el Departamento de Tarija. Las mujeres son de una belleza sin igual, cuerpos gráciles y cimbreantes, en fin, es un conjunto de gracia y vida.

Este baile demuestra una policromía de colores, ritmo en la danza, rueda en la que lucen su garbo las chapacas, mientras rompen su endecha el erque y la caja juntos, destacándose hilos del deseo; amor que se transfigura en cada una de sus graciosos giros.