Doctorcitos

La danza de los Doctorcitos es una sátira pura a “leguleyos o huayralevas” de la época colonial (abogados y secretarias), quienes cometían atropellos contra los desposeídos. Ridiculiza su fatuidad, su impostura, y la liberación que emancipa y concientiza dentro de la actividad nacional en una danza que representa al doctorismo de los principios del siglo XX. Danza que nació interpretada sólo para hombres, pero que actualmente se ha convertido en mixta.

Una fuente para objetivizar el hecho de su nacimiento, que mejor indicado, en los señores del Gran Poder, hallamos que nació en la época republicana y en la que ridiculizan a la burguesía Criolla Boliviana heredad de la mala imitación del español, mostrada abiertamente gastada por el pueblo.

Coreografía

En este entendido, se aprecia que esta danza es comparsa de carácter ambulatorio, pantomímica, picaresca por algunas habilidades: Avanzan en dos filas, luego se cruzan haciendo piruetas, y quedando siempre en dos filas. Forman un círculo y mueven cómicamente el bastón, similar formas con afección, se rascan la cabeza o las pantorrillas, saludan ceremoniosamente con el tarro, se limpian la nariz con un enorme pañuelo rojo, mandan besos a las mujeres, siguen contra el suelo y un estilo apresurado al caminar.

Vestimenta

En cuanto a la vestimenta consiste en el traje de tipo smoking, al estilo burgués llevan chaleco de colores atrayentes, un gato en el cuello de la camisa, cruzan el vientre con una pesada cadena que sostiene el reloj en la solapa, enormes flores de papel, llevan un sombrero de copa alta, y en la mano portan su tradicional y enormes guantes blancos. En la cara llevan la nariz de color rojo, un par de anteojos, bigotes, en la pechera llevan condecoraciones de lata, calzado especial, cubierto el empeine con gets Inglesas. Las damitas tienen una falda obscura que ciñe la cintura, cuyo largo llega encima de la rodilla, con un chaleco y en la mano, llevan guantes y bastón.

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Esta danza al parecer tiene sus orígenes en la corrida de toros, que se convierte en una forma de mostrar el poder del hombre, en este caso del español, el cual derrota a la fuerza bruta representada por el toro.

Este hecho ha debido impactar fuertemente en el nativo, de ahí cuando vieron los aymarás a las vacas, lo primero que hicieron fue representarlas en una danza satirizada llamada Waca Waca en español (vaquería).

Los Tobas, es una danza de tipo oriental parte de muestra cultura autóctona, que simboliza a quienes viven en el bosque milenario, el inmenso llano y el enigmático chaco. Hombres y mujeres de elástico andar, demuestran su belleza y fortaleza con su ritmo contagiante a través de sus saltos acrobáticos y una coreografía singular que representa las tribus selvícolas del sudeste y oriente boliviano.

Origen

El hombre andino reconoce la bondad de la pachamama, que guarda en su seno a sus hijos (muerte), y con su fatalidad productiva reproduce la historia colectiva de los Ayllus.

La Tarqueada es uno de los vehículos de expresión de las creencias e ideales de los pueblos aimaras de Bolivia. Esta fiesta gira en torno al acto profano en la Machaka Chojke (chajlla de la papa nueva) es en la Anata (Diversión), que es practicada desde la navidad hasta carnaval, tiene un significado ritual de súplica, en que sus melodías la recibe de la naturaleza, para pedir clemencia, de la misma naturaleza, para la llegada de la lluvia, o cualquier otro fenómeno climático que afecten a las cementeras.

Los Suri Sikuris aglutina a los más genuinos exponentes de la música pentatónica, simbolizan al cadencioso movimiento del avestruz o ñandú en celo y a los ejecutores de los “Sikus” (Instrumento nativo como zampona) se trata de una danza que bailaban los que se preparaban para salir a cazar ñandúes. Llevando los hombres como parte principal de su indumentaria un sobrero que está adornado con largas plumas de avestruz, que van amarradas a una cañas finas de más o menos de 60 centímetros, motiva una atención al público.

La Saya constituye una de las máximas expresiones folklóricas de los negros de Chicaloma, ya que través de la danza y la música, los negros recuerdan su origen, que los liga al África, lugar de origen de sus antepasados.

Las poblaciones de Coroico, Mururata, Chicaloma, Calacala, coscoma, Irupana son ahora enclaves de producción cultural afroyungueño. La saya es una expresión musical y coreográfica que se caracteriza por presentar elementos africanos. Sin embargo en Bolivia, La Saya es practicada por todas las poblaciones negras dispersas en los Yungas.

El chapaco es, en su generalidad, el tipo etnológico más homogéneo que actualmente habita en el Departamento de Tarija. Las mujeres son de una belleza sin igual, cuerpos gráciles y cimbreantes, en fin, es un conjunto de gracia y vida.

Este baile demuestra una policromía de colores, ritmo en la danza, rueda en la que lucen su garbo las chapacas, mientras rompen su endecha el erque y la caja juntos, destacándose hilos del deseo; amor que se transfigura en cada una de sus graciosos giros.