Caporales

La Danza del Caporal es la genuina expresión de la transformación social que ha evolucionado a pasos gigantescos contagiosos por su ritmo y únicos por su expresión cultural y la demostración de la belleza en la vestimenta.

Los caporales es una danza post - hispánica, cuyas raíces están indisolublemente ligadas a la Saya de los negros, que lo practican los afrobolivianos que habitan en la región de los Yungas de La Paz y que definitivamente los identifica como tal.

Esta danza resalta la demostración de poder, en lo que un capataz o caporal se impone, y es quien manda a la tropa, con un látigo en la mano infundiendo temor y autoridad.

Esta es la fuente de las danzas de Tundiqui o Negritos, de las cuales nació la danza de los Caporales.
Sin embargo, coinciden muchos investigadores sociales en señalar que la danza de los caporales tiene su origen en la Danza y Música de la Saya.

Los prolegómenos de la independencia del Caporal de la Saya o del Tundiqui o Tuntuna nació allí, por 1971 en la entrada del la festividad del Gran Poder, la más importante fiesta cultural de los aymarás y mestizos, dio a la luz la danza de los caporales.

Víctor Estrada Pacheco, fundador del primer conjunto de los Caporales “Urus del Gran Poder”, bien puede precisarse de ser el pionero del nacimiento de una danza que revolucionó el concepto mismo del folklore.
Los caporales se considera que es la mejor danza desprendida de la Saya, como danza independiente que ahora se ha difundido entre la juventud boliviana y el exterior.

Vestimenta

La vestimenta de los Caporales tienen características más delicadas que motiva el estudio profundo sobre los cambios a través de los años, su disfraz rompió esquemas conservadores de la sociedad.

Así como la música del Caporal evolucionó y adquirió pronto sus propios ritmos, la vestimenta de ahora nada tiene que ver con aquella de los primeros caporales.

La vestimenta del Caporal consiste, en un pantalón de seda estilo militar, luego se usó modelo abombachado tipo argentino, una camisa como las guaracheras cubanas, cruzándole una manta del hombro a la cintura, botas con cascabeles, el sombrero de paja adornado con lentejuelas, en la mano un chicote.

Los caporales originalmente llevaban máscaras de negro y un chicote en la mano; Los posteriores Caporales prescindieron de la máscara para descubrir el rostro jubiloso de la vanidad.

En cuanto a la vestimenta de las mujeres, éstas llevan una pollerita hasta la rodilla con varios centros por dentro, el sombrero era borsalino con el ala caída hacia adelante y adornado por muchas cintas de diversos colores, una blusa de color bordada con hilo con punto cruz, medias Nylon, zapatos de taco, que resulta la estampa de sus cuerpos para la simpatía de la juventud que está al margen de la danza.

A partir de 1970 la danza de los Caporales se fue popularizando hasta convertirse en una danza propia. Así mismo el disfraz fue cambiando radicalmente del original, tanto de los hombres como de las mujeres hasta convertirse en trajes galáticos y erotisantes.

Coreografía

Esta danza es de raíz negra en ella se imita al Capataz (negro) de la Saya Yungueña.
Por lo tanto los Caporales hoy talvez se constituyen en danza de lujuria, poder y arrogancia, y como expresión social es la representación de la dinámica cultural urbana y mestiza y del post - modernismo, siendo la más popular entre los jóvenes de las distintas clases que la convirtieron en la danza de la "más media" y por este hecho se ha ido separando de los patrones rituales y ceremoniales andinos.

La forma coreográfica de esta danza está representada así en el campo gimnástico, especie de acrobacia, realizando en el aire hermosas figuras de callejón frente a frente, avanzan y retroceden llevando el cuerpo de acuerdo al paso ágil y saltado en forma conjunta, caminan con pequeñas flexiones con diversos movimientos, tanto hombres como mujeres forman los llamados cuerpos, con movimientos sensuales y se convierte en el símbolo sexual urbano que todos quieren poseer.

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Esta danza al parecer tiene sus orígenes en la corrida de toros, que se convierte en una forma de mostrar el poder del hombre, en este caso del español, el cual derrota a la fuerza bruta representada por el toro.

Este hecho ha debido impactar fuertemente en el nativo, de ahí cuando vieron los aymarás a las vacas, lo primero que hicieron fue representarlas en una danza satirizada llamada Waca Waca en español (vaquería).

Los Tobas, es una danza de tipo oriental parte de muestra cultura autóctona, que simboliza a quienes viven en el bosque milenario, el inmenso llano y el enigmático chaco. Hombres y mujeres de elástico andar, demuestran su belleza y fortaleza con su ritmo contagiante a través de sus saltos acrobáticos y una coreografía singular que representa las tribus selvícolas del sudeste y oriente boliviano.

Origen

El hombre andino reconoce la bondad de la pachamama, que guarda en su seno a sus hijos (muerte), y con su fatalidad productiva reproduce la historia colectiva de los Ayllus.

La Tarqueada es uno de los vehículos de expresión de las creencias e ideales de los pueblos aimaras de Bolivia. Esta fiesta gira en torno al acto profano en la Machaka Chojke (chajlla de la papa nueva) es en la Anata (Diversión), que es practicada desde la navidad hasta carnaval, tiene un significado ritual de súplica, en que sus melodías la recibe de la naturaleza, para pedir clemencia, de la misma naturaleza, para la llegada de la lluvia, o cualquier otro fenómeno climático que afecten a las cementeras.

Los Suri Sikuris aglutina a los más genuinos exponentes de la música pentatónica, simbolizan al cadencioso movimiento del avestruz o ñandú en celo y a los ejecutores de los “Sikus” (Instrumento nativo como zampona) se trata de una danza que bailaban los que se preparaban para salir a cazar ñandúes. Llevando los hombres como parte principal de su indumentaria un sobrero que está adornado con largas plumas de avestruz, que van amarradas a una cañas finas de más o menos de 60 centímetros, motiva una atención al público.

La Saya constituye una de las máximas expresiones folklóricas de los negros de Chicaloma, ya que través de la danza y la música, los negros recuerdan su origen, que los liga al África, lugar de origen de sus antepasados.

Las poblaciones de Coroico, Mururata, Chicaloma, Calacala, coscoma, Irupana son ahora enclaves de producción cultural afroyungueño. La saya es una expresión musical y coreográfica que se caracteriza por presentar elementos africanos. Sin embargo en Bolivia, La Saya es practicada por todas las poblaciones negras dispersas en los Yungas.

El chapaco es, en su generalidad, el tipo etnológico más homogéneo que actualmente habita en el Departamento de Tarija. Las mujeres son de una belleza sin igual, cuerpos gráciles y cimbreantes, en fin, es un conjunto de gracia y vida.

Este baile demuestra una policromía de colores, ritmo en la danza, rueda en la que lucen su garbo las chapacas, mientras rompen su endecha el erque y la caja juntos, destacándose hilos del deseo; amor que se transfigura en cada una de sus graciosos giros.