Antawara

Estamos en un tiempo nuevo, dentro del contexto cultural de nuestro país, donde cohabitan la naturaleza, el cielo y la tierra, debido al nacimiento de nuevas necesidades y la consolidación de manifestaciones, representados por la juventud citadina, manteniéndose en la coordinación estética de los movimientos que son gestos plástico elementales que predominan la estética y armonía en los pasos y desplazamientos propios del ballet.

Origen

El nombre de esta danza esta extractada del aymara “antawara”, que significa celaje, nubecillas rosadas o rojas, que aparecen en el cielo al amanecer o al atardecer.

La danza estilizada de los Antawaras nace el 7 de noviembre de 1974 por el coreógrafo Orureño Fernando Gómez, director del ballet Katushia.

La danza representa el movimiento ágil y rápido de los pastores altiplánicos, que en su rutina diaria del pastoreo, se desplazan ágiles y con saltos altos junto a su rebaño de ovejas.

Amenizado cada uno de los movimientos de los pastores, se da origen a través de la estilización a pasos sincronizados y elegantes que presentan esta danza en el carnaval Orureño.

Coreografía

La danza de los antawaras se baila en parejas o en grupos formando filas, ritmo vigoroso ágil y acompasado de momentos, saltando sin perder un momento el compás.

Este grupo se caracteriza por su constante creatividad de los danzantes, con nuevos pasos y movimientos coreográficos, que es elaborado por los guías, las cuales son protagonizadas por simpáticas señoritas y apuestos muchachos.

Vestimenta

Mujeres: la vestimenta es simple, es una imitación que se supone que usaron los incas.

Llevan en la cabeza un sombrero de ovejón de copa baja, blusa blanca de bayeta de la tierra con cordados de colores, una pollera corta de color también de bayeta, una faja tejida, medias Nylon y abarcas.

Hombres: consta de un sombrero de color blanco de copa mediana, un poncho de color que llega hasta la rodilla, pantalón de bayeta de color blanco, camisa de bayeta, medias de lana; una faja y abarcas.

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Esta danza al parecer tiene sus orígenes en la corrida de toros, que se convierte en una forma de mostrar el poder del hombre, en este caso del español, el cual derrota a la fuerza bruta representada por el toro.

Este hecho ha debido impactar fuertemente en el nativo, de ahí cuando vieron los aymarás a las vacas, lo primero que hicieron fue representarlas en una danza satirizada llamada Waca Waca en español (vaquería).

Los Tobas, es una danza de tipo oriental parte de muestra cultura autóctona, que simboliza a quienes viven en el bosque milenario, el inmenso llano y el enigmático chaco. Hombres y mujeres de elástico andar, demuestran su belleza y fortaleza con su ritmo contagiante a través de sus saltos acrobáticos y una coreografía singular que representa las tribus selvícolas del sudeste y oriente boliviano.

Origen

El hombre andino reconoce la bondad de la pachamama, que guarda en su seno a sus hijos (muerte), y con su fatalidad productiva reproduce la historia colectiva de los Ayllus.

La Tarqueada es uno de los vehículos de expresión de las creencias e ideales de los pueblos aimaras de Bolivia. Esta fiesta gira en torno al acto profano en la Machaka Chojke (chajlla de la papa nueva) es en la Anata (Diversión), que es practicada desde la navidad hasta carnaval, tiene un significado ritual de súplica, en que sus melodías la recibe de la naturaleza, para pedir clemencia, de la misma naturaleza, para la llegada de la lluvia, o cualquier otro fenómeno climático que afecten a las cementeras.

Los Suri Sikuris aglutina a los más genuinos exponentes de la música pentatónica, simbolizan al cadencioso movimiento del avestruz o ñandú en celo y a los ejecutores de los “Sikus” (Instrumento nativo como zampona) se trata de una danza que bailaban los que se preparaban para salir a cazar ñandúes. Llevando los hombres como parte principal de su indumentaria un sobrero que está adornado con largas plumas de avestruz, que van amarradas a una cañas finas de más o menos de 60 centímetros, motiva una atención al público.

La Saya constituye una de las máximas expresiones folklóricas de los negros de Chicaloma, ya que través de la danza y la música, los negros recuerdan su origen, que los liga al África, lugar de origen de sus antepasados.

Las poblaciones de Coroico, Mururata, Chicaloma, Calacala, coscoma, Irupana son ahora enclaves de producción cultural afroyungueño. La saya es una expresión musical y coreográfica que se caracteriza por presentar elementos africanos. Sin embargo en Bolivia, La Saya es practicada por todas las poblaciones negras dispersas en los Yungas.

El chapaco es, en su generalidad, el tipo etnológico más homogéneo que actualmente habita en el Departamento de Tarija. Las mujeres son de una belleza sin igual, cuerpos gráciles y cimbreantes, en fin, es un conjunto de gracia y vida.

Este baile demuestra una policromía de colores, ritmo en la danza, rueda en la que lucen su garbo las chapacas, mientras rompen su endecha el erque y la caja juntos, destacándose hilos del deseo; amor que se transfigura en cada una de sus graciosos giros.