Diversos estudios han comprobado que esta especie, una de las más grandes entre los delfines de rio, es única y endémica de los ríos de Beni, Santa Cruz, Pando y Cochabamba, llegando a pesar hasta 200 kg y medir entre 1,80 y 2,8 metros. Aunque no se encuentra en extinción sí es una especie amenazada especialmente por la degradación y desequilibrio de su habitat con la contaminación de los ríos, el cambio climático y la pesca indiscriminada.
Características.a) La tortuga, llamada también “peta” en nuestras regiones tropicales, vive en ambiente de clima cálido, especialmente en las riberas, troncos e islas de los ríos caudalosos.
b) Este reptil se caracteriza por tener el cuerpo cubierto de un caparazón calcáreo, formado por placas duras y resistentes, que constituyen el mejor órgano de protección y defensa.
c) Es ovípara porque nace de huevo; y se alimenta de peces, sapos, moluscos, gusanos, pequeñas tortuguitas, hierbas y otros vegetales.
Partes externas. a) La cabeza ovoidea, con dos pequeños ojos, boca que carece completamente de dientes, las mandíbulas están revestidas de placas córneas que se parecen al pico de las aves. Con un cuello largo y flexible que en caso de peligro encoge y escurre suave y ligeramente junto con las patas dentro del caparazón.
b) El cuerpo protegido por un caparazón córneo, formado de dos partes: el espaldar hacia arriba y el peto hacia abajo. Se considera al espaldar la modificación de la columna vertebral y las costillas en placas córneas; y, el peto, del esternón y costillas también en placas córneas. Placas de coloraciones jaspeadas y simétricas, que llegan a medir hasta un metro en las grandes tortugas; tiene mucha resistencia, pudiendo pararse encima varias personas y soportar enormes pesos sin romperse o dañar al animal.
c) Extremidades: Posee cuatro patas cortas destinadas para la locomoción, así como una pequeña cola que suele también retraerse dentro de la coraza en caso de peligro; las “petas” o tortugas fluviales tienen los dedos unidos por una membrana interdigital apropiada para su género de vida acuática.
Partes internas. Es de respiración pulmonar y por eso sale frecuentemente del agua para aprovechar el oxígeno del aire; tiene sangre fría y temperatura variable, o sea que cambia con la del medio ambiente; el corazón posee sólo tres cavidades y la circulación es incompleta; el aparato digestivo consta de: boca, esófago, estómago e intestino, con glándulas anexas salivales, hígado y páncreas.
Reproducción. Las tortugas, que viven en sociedades ribereñas, salen -en determinadas épocas del año- a las playas e islas para preparar sus nidos. Escarban con sus dedos guarnecidos de uñas especiales, hoyos apropiados en los bancos de arena, donde depositan cada una de las hembras 30 a 40 huevos, tapando en seguida con la misma arena húmeda y caliente con tanto disimulo que sólo un experto de la zona puede ubicar tan preciados lugares.
La intemperie -viento, lluvia, etc.- hace desaparecer las huellas de los nidos, quedando los huevos sepultados para eclosionar, después de algún tiempo, bajo el influjo del calor, hume-dad y otros fenómenos de la naturaleza. Los hijuelos, al nacer, se dirigen instintivamente al agua del río cercano, con suma ligereza, porque en el trayecto suelen Ser devorados, en parte, por las aves de rapiña, así como por los peces y tortugas crecidas que esperan dentro del agua.
Las “petas” practican rápidamente la postura de los huevos para librarse de la acechanza no sólo del hombre, sino del temible jaguar que en procura de alimento se lanza sobre la presa deteniéndola de un zarpazo e hincando sus garras aceradas en la parte blanda del cuerpo, el que al ser extraído en su totalidad, deja en la playa completamente vacío el caparazón.
Utilidad. Las playas de los caudalosos ríos del Beni y del Departamento Pando, como el Orthon, conocido por los Araonas con el nombre de “Datimanu” (que quiere decir río de las tortugas) son abundantes en huevos de tortuga, cuya recolección, en ciertas épocas del año, se efectúa por cientos de miles en -botes y canoas repletos, por ser muy apetecidos en culinaria, especialmente de parte de los moradores ribereños.
El hallazgo de nidos de huevos en las playas, es fácil sólo cuando se hace la búsqueda el mismo día de la postura, debido al rastro visible que deja la tortuga sobre la planicie de arena; caso contrario, resulta ya difícil porque la arena movediza, la lluvia, el viento y la intemperie borran toda huella e indicios de nidadas de huevos de tortuga.
Del huevo esférico, cuya cascara es flexible, sólo se utiliza la yema en la alimentación, que es por demás nutritiva y reconstituyente; sirven las yemas cocidas al agua y en preparados de agradables tortillas; los ribereños del noroeste hacen el famoso y exquisito batido llamado “bulange”, consistente en una mezcla de yema, azúcar, licor y “fariña”, o lo que es lo mismo, harina de yuca retostada.
La carne de tortuga es bien sabrosa y muy apetecida para todo paladar.
Las placas de la concha, especialmente de una variedad de tortugas llamada carey, se utilizan en la fabricación de peines y otras aplicaciones prácticas.
Industrializando, en mejor forma, la caza de tortugas y la recolección de huevos en nuestras fecundas playas de la Hoya Amazónica, se podría obtener una fuente inagotable de riqueza que tonificaría la Economía Nacional.
Entre las variedades más conocidas de tortugas están las denominadas matamata, galápago y carey.