Los conservadores eran católicos por tradición. Quizás el más importante de ellos fue Mariano Baptista que dio muestras muy claras de su catolicismo, antes y durante su presidencia. No se puede olvidar tampoco la egregia figura de Juan de Dios Bosque (1829-1890). La confrontación estado iglesia se presentó cuando subió al poder el liberalismo. Muchos eclesiásticos del país, tanto regulares como seculares confundieron liberalismo con socialismo y otro tanto sucedió con el propio concepto de democracia, que a muchos religiosos les sonaba a anarquía.
El gobierno de Gutiérrez Guerra vivió en la zozobra permanente. La ofensiva republicana y al poco tiempo también radical (tras retirarle apoyo al ejecutivo) obligaron a una serie de acciones represivas, medidas de excepción, intervención y empastelamiento de prensa opositora, reiteradas cargas policiales en las principales ciudades y tensión con los universitarios, que terminaron por socavar totalmente las liases de respaldo del gobierno y generaron una posición ciudadana favorable al republicanismo En este clima se organizó el golpe del 12 de Julio de 1920 en el que los republicanos contaron con al apoyo del ejército que rompía así veinte años de respeto a las normas constitucionales. La cabeza indiscutible del golpe fue Bautista Saavedra que un mes antes había sustituido en la jefatura de su partido a Escalier. El movimiento militar fue incruento y se resolvió en horas. El primer destacamento en levantarse fue el batallón "Campero" 5o. de línea. A los pronunciamientos en La Paz se sumaron Viacha, Oruro y luego el resto del país. Participaron en el golpe militares de alta graduación y jóvenes oficiales que tendrían destacado papel en la guerra del Chaco y en la política. Es el caso del futuro presidente David Toro, y de Filiberto Osorio o Bernardino Bilbao. Pero los militares no intervinieron entonces en política, tras el golpe dejaron en manos de los republicanos el destino del país.
El Presidente Gutiérrez se asiló en la embajada de los Estados Unidos y allí firmó su renuncia, en un documento de cinco líneas. Fueron apresados los vicepresidentes y decenas de políticos liberales que en pocos días fueron desterrados del país. El país vivió un golpe en tiempos de paz después de cuarenta y tres años, con él se cerró una de las etapas más importantes de la historia republicana de Bolivia.